Es este un libro engañoso. Desde la primera impresión, la de la portada que de puro feísta, resulta hasta entrañable: como las de las viejas novelas de la colección Bolsillo de Bruguera. Engañoso su título, que más parece de una novela pulp de ciencia ficción o de un relato de magia y fantasía medieval, tan de moda hoy en día. Engañoso su planteamiento, como el de una flecha que vuela recta y certeramente hacia su objetivo, cambiando en el último momento su dirección. Y engañosa su temática: quien espere encontrar entre sus páginas lo que prometen las primeras líneas se llevará una sorpresa. Agradable sorpresa a mi modo de verlo. La trama; los personajes; la voz en off que complementa perfectamente la estructura forzosamente parca y simple de una novela escrita en modo "chat"; la forma en que se van destejiendo y revelando las interioridades de dos anónimos y perfectos desconocidos (¡pero qué fácil es identificarse con ellos en muchos momentos!) con la prosa ágil y cercana de Rubén; la facilidad con la que se lee y el interés que sentirá el lector en ir avanzando párrafo a párrafo y página a página hasta terminar el relato. Y al final, esa sensación de que tiene un final perfecto, que no deja nada suelto, pero que a la vez plantea un sorprendido "¿ya?", que te deja con ganas de más. Todas estas razones son las que nos llevan a lo único que no resulta engañoso en Las Hogueras Fosfóricas: es un pequeño gran libro. Mi enhorabuena al autor y siento mucho no poder estar esta tarde con vosotros.
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Es este un libro engañoso. Desde la primera impresión, la de la portada que de puro feísta, resulta hasta entrañable: como las de las viejas novelas de la colección Bolsillo de Bruguera. Engañoso su título, que más parece de una novela pulp de ciencia ficción o de un relato de magia y fantasía medieval, tan de moda hoy en día. Engañoso su planteamiento, como el de una flecha que vuela recta y certeramente hacia su objetivo, cambiando en el último momento su dirección. Y engañosa su temática: quien espere encontrar entre sus páginas lo que prometen las primeras líneas se llevará una sorpresa. Agradable sorpresa a mi modo de verlo. La trama; los personajes; la voz en off que complementa perfectamente la estructura forzosamente parca y simple de una novela escrita en modo "chat"; la forma en que se van destejiendo y revelando las interioridades de dos anónimos y perfectos desconocidos (¡pero qué fácil es identificarse con ellos en muchos momentos!) con la prosa ágil y cercana de Rubén; la facilidad con la que se lee y el interés que sentirá el lector en ir avanzando párrafo a párrafo y página a página hasta terminar el relato. Y al final, esa sensación de que tiene un final perfecto, que no deja nada suelto, pero que a la vez plantea un sorprendido "¿ya?", que te deja con ganas de más. Todas estas razones son las que nos llevan a lo único que no resulta engañoso en Las Hogueras Fosfóricas: es un pequeño gran libro. Mi enhorabuena al autor y siento mucho no poder estar esta tarde con vosotros.
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